Timbuctú es una ciudad de Mali, en África occidental. Lugar mítico por su belleza arquitectónica y por su rica historia. Cercana al río Níger, fue en siglos pasados el punto de entrada al desierto del Sahara, el lugar donde se reunían las caravanas de los camelleros Tuareg.
Durante siglos estuvo prohibido el acceso a ella para personas que no pertenecieran al Islam, y por eso fue que ganó tanta leyenda sobre su esplendor. El primer europeo en entrar a ella fue un explorador escocés llamado Alexander Gordon Laing, pero pagó con su vida el haber visto la ciudad prohibida. Al poco tiempo de llegar de incógnito, fue obligado a marchar, y murió en el camino de vuelta. El siguiente en entrar fue el francés René Caillé, que tuvo la suerte de volver para contar su aventura.